Cualquiera que desee llevar a su novia al cine en la Ciudad de México va a tener que pagar mucho dinero porque se enfrentará con el duopolio de Cinemex y Cinépolis, si es que no quiere llevarla a uno de esos lugares donde te dan tu palo y tu cubeta, a un cine porno, o a ver una película rara filmada por un checoslovaco cocainómano con una cámara barata (porque para esas últimas están el Lumiere, Cinemark y la Cineteca). Analizo sólo en la Ciudad de México porque aquí vivo yo, aunque aclaro que en el resto del país los cines son un monopolio de cinepolis.
En este mercado los consumidores tienen información perfecta sobre todas las películas y pueden escoger en dónde ver la que quieren y a qué hora con sólo checar la cartelera en el periódico o en internet. Los dos cines proyectan las mismas películas en todos sus complejos con una calidad de sonido y video semejante y las únicas diferencias que hay que tomar en cuenta son si uno quiere coca o pepsi y palomitas con caramelo o con chile. Sin embargo, es muy dificil poner una nueva empresa de cines en la Ciudad de México y eso es lo que hace que haya un duopolio.
Las razones de por las que no hay más cadenas de cines son que 1. cuesta mucho poner un cine de buena calidad porque hay que rentar un local caro en una zona donde haya mucha gente, acondicionarlo con asientos y una cafetería, comprar tecnología de calidad (como sonido solby y proyectores especiales), contratar gente y asociarse con los distribuidores de películas; 2. los mejores lugares para poner un cine (como los centros comerciales, las zonas de lujo y el centro) ya fueron tomados, y 3. los distribuidores de películas están coludidos con las cadenas de cines que ya existen y les ofrecen precios más baratos.
Para que este mercado fuera más competitivo tendría que evitarse que hubiera grandes cadenas y se hiciera que cada cine fuese independiente. Si no también podría invertirse en los cines de arte (que son como un sustituto) para que la gente ya no vaya a cinemex y cinepolis y ellos tuvieran que vajar sus precios, o se podría evitar que los distribuidores se asociaran con las cadenas de cines para que los cines baratitos también pudieran poner las películas de moda y que la gente a la que no le molesta pisar suelos pegajosos o escuchar Star Wars sin THX tuviera una opción.
Hace 20 años este mercado era más competitivo. No existían las grandes cadenas, sino cines locales como el Rívoli (que estaba junto a mi casa cuando yo era niño), el Opera, el Teresa (que hoy es cine porno), el Cosmo, el Palacio Chino (que hoy es de cinemex), y muchos más que competían y daban precios más baratos y permanencia voluntaria, aunque el problema era que uno tenía que ver la película con otras 200 personas y podía ponerse ruidoso.
Dentro de 20 años yo creo que la ciudad de México se habrá saturado de cines y las cadenas se dedicarán a abrir complejos en provincia porque desde que las cadenas empezaron a operar en México (allá por el 95), han seguido una tendencia continua de abrir más complejos y me parece que lo hacen a una velocidad más grande que la del crecimiento de la ciudad. No creo que alguien trate de competir con estas cadenas por las razones que ya dije y lo unico que podría cambiar las condiciones del mercado sería que una de las dos cadenas quebrara o que la gente comenzara a ver más cine de arte, pero no parece probable.
1 comentario:
Olvidé decir que la respuesta inmediata de la gente por los precios tan altos en el cine es que todos compran (mos?) películas piratas en la calle. Desde luego, esto les hace perder mucho dinero a las distribuidoras, pero parece que pueden sobrevivir con lo que ganan de aquellos a los que nos gusta la magia del cine o que tenemos que quedar bien con nuestras novias.
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